4 de marzo de 2008

“The Secret” y otras filosofías positivistas

En las últimas semanas he recibido al menos 4 correos electrónicos que hablan de ‘El secreto’ - el best seller de moda escrito por Rhonda Byrne- que hablan de la ley de la atracción y de la influencia que los pensamientos positivos o negativos tienen en nuestra vida.

No he leído el libro y no pretendo escribir sobre algo que sólo sé por la resumida información de los emails recibidos. Pero me llama muchísimo la atención que se hable de este poder de los pensamientos como si verdaderamente se tratara de un secreto, si por el contrario, es de sobra conocido por todos lo que un buen o mal pensamiento puede causar.

Me parece que hace un tiempo me referí a este tema… Y aunque no crea al pie de la letra, que si me imagino conduciendo un Audi TT 2008 al poco tiempo lo estaré haciendo, sí creo que los pensamientos buenos o malos son en parte responsables de lo que pasa en nuestra vida. En realidad me parece que se trata más de un asunto de actitud que de pensamiento.

Yo solía pensar que a todos nos tocaba la misma dosis de felicidad y la misma dosis de dolor en la vida, creía que esa era la única manera en que Dios podría hacer sido totalmente justo con todos. Luego, por experiencias mías y de otros me fui dando cuenta de que sí, en parte yo tenía razón. A todos nos toca una ración de dicha y su complementaria de sufrimiento pero la prolongación de la felicidad y la minimización del dolor dependen 100% de la actitud.

Al final las personas más felices son las que tienen mejores aptitudes y actitudes hacia la vida. El optimismo y la esperanza nos traen siempre beneficios. Independientemente de lo que diga el secreto, M. Richard o la ley de la atracción; la felicidad se multiplica, lo mismo que la infelicidad. Ambas son contagiosas como el mal humor y en su contraparte la capacidad de reír.

Bendita sea la hora en que un best seller o una cadena de emails puso a sonreír y a hacer castillos en el aire a más de uno.

1 comentario:

Unknown dijo...

qur voy a hacerle yo, si me gusta...