12 de diciembre de 2007

Testimonio


No necesito pastillas para dormir

si estás conmigo

todos los sueños florecen

cuando me hablas al oído.


No necesito millones

ni acorralar los corazones

y sólo en tu cafetera

todo el cielo enamorado se cuela.


No necesito decirte 2,500 veces

multiplicado por 7

que te espero noche y día.


Que me disculpen los sabios

pero la sabiduría

duerme detrás de tu oreja

y no en Grecia

como la historia creía.


Abreme la noche y ven a ver

cómo te puedo querer eternamente

cúrame la sombra al caminar

que se corre si no estás.


No necesito violines

pizzicatos en el pecho

eres todo mi concierto

la más bella sinfonía.


Que me disculpe el poeta

pero toda la poesía

la encuentro sobre un madero

y me verso con tus rodillas que riman.


Abreme la noche y ven a ver

cómo te puedo querer eternamente

cúrame la sombra al caminar

que se corre si no estás.


-Por Juan Luis Guerra-

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